Facultades del ser humano en la educación masónica: guía completa

La educación masónica es una forma de aprendizaje que se basa en principios filosóficos y espirituales. A través de rituales, símbolos y enseñanzas, los masones buscan el desarrollo personal y la búsqueda de la verdad. En este contexto, es importante entender las facultades del ser humano y cómo se aplican en la educación masónica.

Exploraremos las diferentes facultades del ser humano y su importancia en la educación masónica. Veremos cómo la razón, la imaginación, la intuición y la voluntad juegan un papel fundamental en el proceso de aprendizaje. Además, analizaremos cómo se fomentan estas facultades a través de los rituales y prácticas masónicas, y cómo esto contribuye al crecimiento personal y espiritual de los masones.

Índice
  1. La educación masónica promueve el desarrollo de las facultades mentales y espirituales del ser humano
    1. Facultades mentales
    2. Facultades espirituales
    3. El equilibrio entre las facultades mentales y espirituales
  2. A través de la educación masónica, se fomenta el pensamiento crítico y analítico
  3. La educación masónica busca cultivar la imaginación y la creatividad de las personas
  4. Se promueve el desarrollo de la inteligencia emocional y la capacidad de gestionar las emociones
  5. La educación masónica fomenta la curiosidad y el deseo de aprender de forma continua
  6. Se busca cultivar la capacidad de reflexión y autoevaluación en los individuos
  7. La educación masónica promueve la ética y los valores morales en sus practicantes
    1. Principales facultades del ser humano en la educación masónica:
  8. Se busca desarrollar la capacidad de trabajar en equipo y colaborar con otros
  9. La educación masónica fomenta la voluntad y la perseverancia en la consecución de metas
  10. Se busca cultivar la capacidad de liderazgo y la toma de decisiones responsables
  11. La educación masónica promueve la búsqueda de la verdad y la sabiduría en todas las áreas de la vida
    1. Las principales facultades del ser humano en la educación masónica incluyen:
  12. Se busca desarrollar la capacidad de adaptación y flexibilidad ante los cambios
  13. La educación masónica fomenta el respeto por la diversidad y la tolerancia hacia las diferencias
  14. Se promueve la capacidad de comunicación efectiva y la escucha activa en las personas
  15. La educación masónica busca cultivar la introspección y el autoconocimiento en los individuos
  16. Preguntas frecuentes

La educación masónica promueve el desarrollo de las facultades mentales y espirituales del ser humano

La educación masónica es un proceso que va más allá de la adquisición de conocimientos teóricos. Su objetivo principal es promover el desarrollo integral del ser humano, fomentando el crecimiento de sus facultades mentales y espirituales.

Facultades mentales

La educación masónica reconoce la importancia de cultivar y potenciar las facultades mentales del individuo. A través de diferentes prácticas y ejercicios, se busca estimular la capacidad de razonamiento, la imaginación, la memoria y la creatividad.

Además, se promueve el pensamiento crítico y la capacidad de análisis, fomentando la reflexión profunda y la búsqueda constante de la verdad. Estas facultades mentales son esenciales para el desarrollo de un individuo completo y consciente de su entorno.

Facultades espirituales

La educación masónica también se preocupa por el crecimiento espiritual del ser humano. Reconoce que cada individuo tiene una dimensión espiritual única y busca fortalecerla a través de prácticas como la meditación, la contemplación y el estudio de textos sagrados.

Además, se fomenta el cultivo de virtudes como la fraternidad, la tolerancia, la justicia y la solidaridad. Estas facultades espirituales permiten al individuo conectarse con su interioridad y trascender los límites de lo material, alcanzando un mayor grado de plenitud y sabiduría.

El equilibrio entre las facultades mentales y espirituales

La educación masónica entiende que el ser humano es un ser multidimensional, compuesto tanto por facultades mentales como espirituales. Por lo tanto, busca el equilibrio entre ambas dimensiones, promoviendo su desarrollo armonioso.

Se considera que el crecimiento y la evolución del individuo ocurren cuando sus facultades mentales y espirituales se complementan y fortalecen mutuamente. Solo a través de este equilibrio se puede alcanzar un verdadero desarrollo personal y una comprensión más profunda de la realidad.

La educación masónica se enfoca en el desarrollo integral del ser humano, potenciando tanto sus facultades mentales como espirituales. Se busca cultivar el pensamiento crítico, la creatividad y la reflexión, así como fortalecer la dimensión espiritual a través de prácticas y valores elevados. Este enfoque holístico permite a los masones alcanzar un mayor crecimiento personal y contribuir de manera significativa a la sociedad.

A través de la educación masónica, se fomenta el pensamiento crítico y analítico

La educación masónica tiene como objetivo principal el desarrollo integral del ser humano. Uno de los aspectos fundamentales que se promueve en esta educación es el fomento del pensamiento crítico y analítico.

La capacidad de pensar de forma crítica y analítica es fundamental para el crecimiento personal y el desarrollo de habilidades cognitivas. A través de este tipo de pensamiento, se busca que el individuo sea capaz de cuestionar las ideas preestablecidas y buscar nuevas perspectivas.

En la educación masónica, se enseña a los miembros a cuestionar y reflexionar sobre los principios y valores que se les enseñan. Se les anima a analizar diferentes puntos de vista y a buscar la verdad a través de la investigación y el razonamiento lógico.

Además, se promueve la habilidad de analizar información de manera crítica, evaluando la validez y la confiabilidad de las fuentes. Esto es especialmente importante en un mundo lleno de información y desinformación, donde es fundamental poder discernir entre lo verdadero y lo falso.

El pensamiento crítico y analítico también ayuda a desarrollar habilidades de resolución de problemas. Al ser capaz de analizar una situación desde diferentes perspectivas, se pueden encontrar soluciones más efectivas y creativas.

La educación masónica fomenta el pensamiento crítico y analítico como parte fundamental del crecimiento personal. Esta habilidad ayuda a los miembros a cuestionar, reflexionar, analizar y resolver problemas de manera efectiva.

La educación masónica busca cultivar la imaginación y la creatividad de las personas

La educación masónica tiene como objetivo principal el cultivo de las facultades del ser humano, entre las cuales se destacan la imaginación y la creatividad. Estas dos capacidades son fundamentales para el desarrollo personal y la formación integral de los individuos que forman parte de la masonería.

Se promueve el desarrollo de la inteligencia emocional y la capacidad de gestionar las emociones

La educación masónica se enfoca en promover el desarrollo de la inteligencia emocional y la capacidad de gestionar las emociones de los individuos. A través de sus enseñanzas, la masonería busca fomentar el autoconocimiento y el entendimiento de las emociones propias y de los demás.

La inteligencia emocional es una habilidad fundamental en la vida cotidiana y en la interacción con los demás. La masonería reconoce la importancia de cultivar esta facultad y ofrece herramientas y técnicas para su desarrollo.

Mediante la práctica de la introspección y la reflexión, los masones aprenden a reconocer y comprender sus propias emociones, así como a manejarlas de manera adecuada. Además, se les enseña a ser conscientes de las emociones de los demás y a responder de manera empática y compasiva.

La educación masónica brinda a sus miembros un espacio seguro y de confianza para explorar y expresar sus emociones. Esto les permite desarrollar una mayor inteligencia emocional y una mejor capacidad para relacionarse con los demás de manera saludable y armoniosa.

La masonería promueve activamente el desarrollo de la inteligencia emocional y la capacidad de gestionar las emociones de sus miembros, brindándoles las herramientas y el apoyo necesarios para cultivar estas facultades de forma integral.

La educación masónica fomenta la curiosidad y el deseo de aprender de forma continua

La educación masónica se basa en el fomento de la curiosidad y el deseo de aprender de forma continua. A través de sus enseñanzas y prácticas, la masonería busca expandir las facultades del ser humano y promover su desarrollo integral. En este artículo, exploraremos en detalle las distintas facultades que se cultivan en la educación masónica y cómo estas contribuyen al crecimiento personal y espiritual de sus miembros.

Se busca cultivar la capacidad de reflexión y autoevaluación en los individuos

La educación masónica se enfoca en el desarrollo integral del ser humano, no solo a nivel intelectual, sino también en sus habilidades emocionales y espirituales. Una de las principales metas de esta educación es cultivar la capacidad de reflexión y autoevaluación en los individuos, permitiéndoles analizar sus propias acciones y pensamientos.

Para lograr esto, se utilizan diferentes herramientas y prácticas dentro de la masonería, que fomentan la introspección y la búsqueda de la verdad interior. Estas facultades del ser humano, una vez desarrolladas, contribuyen al crecimiento personal y a la construcción de una sociedad más justa y fraterna.

En primer lugar, se promueve el uso de la razón y el pensamiento crítico. Los masones son alentados a cuestionar y analizar todo lo que les rodea, buscando siempre la verdad por encima de las apariencias. Esta capacidad de razonamiento les permite tomar decisiones informadas y actuar de manera ética en cualquier situación.

Además, se fomenta la autoevaluación constante. Los masones son animados a examinar sus propios pensamientos, emociones y acciones, buscando identificar y corregir aquellas actitudes o comportamientos que no estén alineados con los principios masónicos. Esta práctica de autoexamen ayuda a los individuos a crecer y mejorar como seres humanos.

La educación masónica también busca desarrollar la empatía y la comprensión hacia los demás. Los masones aprenden a ponerse en el lugar de los demás, a escuchar y comprender diferentes perspectivas, promoviendo así la tolerancia y el respeto mutuo. Esta habilidad de ponerse en los zapatos del otro es fundamental para la construcción de una sociedad más inclusiva y solidaria.

Por último, la educación masónica busca despertar la conciencia espiritual en los individuos. A través de rituales y símbolos, se invita a los masones a conectar con lo trascendental y a buscar un propósito más elevado en sus vidas. Esta dimensión espiritual fortalece el sentido de pertenencia y la conexión con algo más grande que uno mismo.

La educación masónica busca cultivar la capacidad de reflexión y autoevaluación en los individuos, promoviendo el uso de la razón, la autoevaluación constante, la empatía y la conexión espiritual. Estas facultades del ser humano contribuyen al crecimiento personal y a la construcción de una sociedad más justa y fraterna.

La educación masónica promueve la ética y los valores morales en sus practicantes

La educación masónica es un proceso que busca inculcar en sus practicantes principios éticos y valores morales. A través de sus enseñanzas, la masonería busca fomentar el desarrollo integral del ser humano, tanto en su aspecto intelectual como en el espiritual.

Uno de los pilares fundamentales de la educación masónica es la promoción de la ética y los valores morales. Los masones se esfuerzan por ser personas íntegras, justas y honestas en todos los aspectos de sus vidas. Se les enseña a respetar la dignidad y los derechos de los demás, a actuar con rectitud y a buscar el bienestar común.

La educación masónica se basa en principios universales como la fraternidad, la igualdad, la solidaridad y la tolerancia. Estos valores son fundamentales para el desarrollo de una sociedad justa y equitativa. Los masones se comprometen a vivir de acuerdo con estos principios y a difundirlos en su entorno.

Principales facultades del ser humano en la educación masónica:

  1. La razón: La educación masónica fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de razonamiento. Los masones son instados a cuestionar, investigar y profundizar en su conocimiento, buscando siempre la verdad.
  2. La voluntad: La educación masónica fortalece la voluntad, promoviendo la disciplina y la constancia en el cumplimiento de los deberes. Los masones aprenden a superar obstáculos y a perseverar en la consecución de sus metas.
  3. La imaginación: La educación masónica estimula la imaginación y la creatividad. Los masones son animados a pensar de forma innovadora, a desarrollar nuevas ideas y a buscar soluciones originales a los problemas.
  4. La sensibilidad: La educación masónica cultiva la sensibilidad y la empatía hacia los demás. Los masones aprenden a ponerse en el lugar del otro, a escuchar y a comprender las diferentes perspectivas, fomentando así la tolerancia y el respeto mutuo.

La educación masónica busca desarrollar en sus practicantes no solo conocimientos teóricos, sino también facultades y virtudes que les permitan vivir de acuerdo con principios éticos y morales. A través de la razón, la voluntad, la imaginación y la sensibilidad, los masones se convierten en agentes de cambio positivo en la sociedad.

Se busca desarrollar la capacidad de trabajar en equipo y colaborar con otros

La educación masónica busca, entre otras cosas, desarrollar en el ser humano habilidades y facultades que le permitan desenvolverse de manera óptima en la sociedad. Una de estas facultades es la capacidad de trabajar en equipo y colaborar con otros.

Para lograr esto, la educación masónica promueve la participación activa en logias y talleres, donde los individuos aprenden a trabajar en conjunto para alcanzar objetivos comunes. Se fomenta el respeto mutuo, la escucha activa y la valoración de las habilidades y conocimientos de cada miembro del equipo.

Además, se fomenta el espíritu de colaboración a través de prácticas como la ayuda mutua, donde los miembros de la logia se apoyan entre sí en sus proyectos personales y profesionales. Se promueve la creación de redes de apoyo y la generosidad para compartir conocimientos y recursos.

La capacidad de trabajar en equipo y colaborar con otros es fundamental en la educación masónica, ya que se entiende que los logros individuales son enriquecidos y potenciados por el trabajo conjunto. Se busca crear un ambiente de cooperación y solidaridad, donde cada individuo pueda aportar su granito de arena para el bienestar y progreso de la comunidad masónica y de la sociedad en general.

La educación masónica fomenta la voluntad y la perseverancia en la consecución de metas

La educación masónica se basa en el desarrollo integral del ser humano, promoviendo la adquisición de habilidades y conocimientos que permitan a los miembros de la logia alcanzar la excelencia en todas las áreas de su vida.

Una de las facultades más importantes que se promueven en la educación masónica es la voluntad. A través de la participación activa en los rituales y actividades de la logia, los miembros aprenden a fortalecer su determinación y a tomar decisiones basadas en principios y valores éticos.

La voluntad es fundamental en la educación masónica, ya que implica el compromiso de seguir adelante a pesar de los obstáculos y dificultades que se presenten en el camino. Los masones aprenden a perseverar en la consecución de sus metas, manteniendo siempre la disciplina y el enfoque necesario para alcanzar el éxito.

Además de la voluntad y la perseverancia, la educación masónica fomenta otras facultades en el ser humano, como la sabiduría y el discernimiento. A través de la reflexión y el estudio profundo de los símbolos y enseñanzas masónicas, los miembros adquieren conocimientos que les permiten tomar decisiones informadas y actuar de manera acorde a principios morales y éticos.

La educación masónica también promueve la empatía y la compasión, facultades esenciales para el desarrollo de relaciones armoniosas y el servicio a la humanidad. Los masones aprenden a ser comprensivos y solidarios con los demás, buscando siempre el bienestar común y el progreso colectivo.

La educación masónica es una guía completa para el desarrollo de las facultades del ser humano. A través de la voluntad, la perseverancia, la sabiduría y el discernimiento, los miembros de la logia adquieren las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos de la vida con integridad y excelencia.

Se busca cultivar la capacidad de liderazgo y la toma de decisiones responsables

En la educación masónica, se busca cultivar en el individuo diversas facultades que le permitan desarrollarse de manera integral. Una de estas facultades es la capacidad de liderazgo, la cual implica la habilidad para influir en los demás y guiarlos hacia un objetivo común.

El liderazgo no solo se refiere a ocupar una posición de autoridad, sino a ser capaz de inspirar y motivar a otros, fomentar la cooperación y el trabajo en equipo, y tomar decisiones acertadas en beneficio del grupo. La educación masónica busca formar líderes conscientes de su responsabilidad y comprometidos con el bienestar de la comunidad.

Asimismo, se busca desarrollar la capacidad de tomar decisiones responsables. Esto implica tener la habilidad de evaluar diferentes opciones, analizar sus consecuencias y tomar una decisión informada y ética. La educación masónica promueve el pensamiento crítico y la reflexión, así como el respeto hacia los demás y la consideración de las necesidades de la sociedad en general.

Para cultivar estas facultades, la educación masónica se basa en principios como el estudio constante, la práctica de la virtud y la búsqueda de la verdad. A través del estudio de los rituales, símbolos y enseñanzas masónicas, se busca brindar a los individuos las herramientas necesarias para desarrollar su liderazgo y capacidad de toma de decisiones.

La educación masónica busca formar individuos capaces de ejercer un liderazgo responsable y tomar decisiones éticas. A través del estudio y la práctica, se busca cultivar estas facultades para contribuir al bienestar de la comunidad y promover valores como la justicia, la fraternidad y la solidaridad.

La educación masónica promueve la búsqueda de la verdad y la sabiduría en todas las áreas de la vida

La educación masónica es un camino de aprendizaje que busca desarrollar las facultades del ser humano en todas sus dimensiones. A través de enseñanzas simbólicas y rituales, la masonería promueve la búsqueda de la verdad y la sabiduría en todas las áreas de la vida.

En la educación masónica, se reconoce que el ser humano posee diferentes facultades que le permiten crecer y evolucionar tanto a nivel individual como colectivo. Estas facultades se trabajan y desarrollan de manera progresiva a lo largo de los distintos grados masónicos.

Las principales facultades del ser humano en la educación masónica incluyen:

  1. La facultad de la razón: esta facultad permite al ser humano analizar, razonar y discernir entre lo verdadero y lo falso. En la educación masónica, se fomenta el uso de la razón como herramienta fundamental para el conocimiento y la comprensión.
  2. La facultad de la intuición: la intuición es la capacidad de percibir y comprender algo de manera instantánea, sin necesidad de razonamiento lógico. En la educación masónica, se busca desarrollar y afinar esta facultad a través de ejercicios de meditación y reflexión.
  3. La facultad de la imaginación: la imaginación es la capacidad de crear imágenes mentales y concebir ideas nuevas. En la educación masónica, se estimula el uso de la imaginación como medio para expandir la mente y explorar nuevas posibilidades.
  4. La facultad de la voluntad: la voluntad es la capacidad de tomar decisiones y actuar de acuerdo a ellas. En la educación masónica, se trabaja en el fortalecimiento de la voluntad a través de la disciplina y el autocontrol.

Estas facultades son consideradas como herramientas fundamentales para el crecimiento personal y la búsqueda de la verdad en la educación masónica. A medida que el masón avanza en su camino de aprendizaje, se le anima a desarrollar y equilibrar estas facultades, para así lograr un mayor autoconocimiento y un mayor impacto positivo en la sociedad.

La educación masónica ofrece una guía completa para el desarrollo de las facultades del ser humano. A través de la razón, la intuición, la imaginación y la voluntad, el masón es llevado a expandir su mente, buscar la verdad y contribuir al bienestar de la humanidad.

Se busca desarrollar la capacidad de adaptación y flexibilidad ante los cambios

En la educación masónica, uno de los objetivos principales es fomentar el desarrollo de las facultades del ser humano. Entre estas facultades, se destaca la capacidad de adaptación y flexibilidad ante los cambios, considerada como una habilidad fundamental en el mundo actual.

La sociedad está en constante evolución y enfrenta situaciones nuevas y desafiantes. Por lo tanto, es esencial que los individuos sean capaces de adaptarse a estas circunstancias y sean flexibles en sus enfoques y estrategias.

Para lograr esto, la educación masónica proporciona guías y herramientas que permiten a los miembros desarrollar esta habilidad. A través de la práctica de valores como la tolerancia, el respeto y la apertura mental, se busca fomentar una actitud receptiva hacia los cambios y promover la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones.

Además, se enfatiza la importancia de mantener una mentalidad abierta y flexible, evitando apegarse a ideas rígidas o preconcebidas. Esto implica estar dispuesto a considerar diferentes perspectivas y opiniones, y estar dispuesto a modificar nuestras propias creencias en función de nuevas evidencias o circunstancias.

La educación masónica también promueve el desarrollo de habilidades de resolución de problemas, lo que ayuda a los individuos a encontrar soluciones creativas y efectivas ante los desafíos que se presentan. Se fomenta el pensamiento crítico y la capacidad de análisis, permitiendo a los miembros evaluar diferentes opciones y tomar decisiones informadas.

La educación masónica busca desarrollar la capacidad de adaptación y flexibilidad ante los cambios. A través de valores como la tolerancia y el respeto, se fomenta una actitud receptiva hacia nuevas circunstancias y se promueve la capacidad de adaptarse a diferentes situaciones. Además, se enfatiza la importancia de mantener una mentalidad abierta y flexible, así como el desarrollo de habilidades de resolución de problemas para encontrar soluciones efectivas.

La educación masónica fomenta el respeto por la diversidad y la tolerancia hacia las diferencias

La educación masónica es un proceso integral que busca formar a los individuos en diferentes aspectos de su desarrollo personal, social y espiritual. Dentro de esta formación, se encuentran las facultades del ser humano, que son habilidades y capacidades que nos permiten interactuar de manera consciente y responsable en el mundo que nos rodea.

Una de las facultades más importantes que se promueve en la educación masónica es el respeto por la diversidad. La masonería entiende que cada persona es única y posee características propias que la hacen especial. Por lo tanto, se fomenta el respeto y la valoración de las diferencias, ya sea en términos de raza, religión, nacionalidad, género u orientación sexual.

El respeto por la diversidad implica reconocer y aceptar que cada individuo tiene derecho a vivir su vida de acuerdo a sus propias creencias, valores y preferencias. En la educación masónica se promueve la igualdad de derechos y oportunidades para todos, sin importar su origen o condición. Se busca generar un ambiente de inclusión y tolerancia, donde cada persona se sienta valorada y respetada por lo que es.

Otra facultad que se desarrolla en la educación masónica es la tolerancia hacia las diferencias. La tolerancia implica aceptar y convivir con aquello que es diferente a nosotros, sin juzgar ni discriminar. En la masonería se enseña a respetar las opiniones y puntos de vista de los demás, aunque no estemos de acuerdo con ellos.

La tolerancia nos permite construir puentes de diálogo y entendimiento con aquellos que piensan y actúan de manera diferente a nosotros. Nos ayuda a superar prejuicios y estereotipos, y a reconocer la riqueza que aporta la diversidad a nuestras vidas. En la educación masónica se busca promover la empatía y el respeto mutuo, para construir una sociedad más justa y equitativa.

La educación masónica fomenta el respeto por la diversidad y la tolerancia hacia las diferencias. Estas facultades del ser humano son fundamentales para construir una sociedad más inclusiva y justa, donde cada individuo pueda desarrollarse plenamente y ser valorado por su propia esencia.

Se promueve la capacidad de comunicación efectiva y la escucha activa en las personas

La educación masónica busca potenciar las facultades del ser humano, y una de las habilidades fundamentales que se promueven es la capacidad de comunicación efectiva y la escucha activa en las personas.

Desde los primeros grados masónicos, se enfatiza la importancia de la comunicación clara y directa entre los hermanos. Esta habilidad se desarrolla a través de la participación activa en las tenidas masónicas, donde los miembros aprenden a expresarse de manera precisa y respetuosa.

Asimismo, la educación masónica fomenta la escucha activa, que implica prestar atención y comprender plenamente el mensaje que se está transmitiendo. Los masones aprenden a escuchar con empatía, sin interrumpir y sin juzgar, lo que les permite establecer vínculos más sólidos y construir relaciones basadas en la comprensión mutua.

Estas habilidades de comunicación y escucha activa no solo se aplican dentro de la logia masónica, sino que también se transfieren a la vida cotidiana de los masones. En sus interacciones con sus familiares, amigos y colegas, los masones son capaces de comunicarse de manera efectiva, evitando malentendidos y conflictos innecesarios.

Además, la capacidad de comunicación efectiva y la escucha activa son fundamentales en el proceso de aprendizaje masónico. Durante las enseñanzas y los rituales, los masones deben prestar atención a los detalles y comprender el simbolismo que se presenta. Esto les permite adquirir conocimientos más profundos y aplicarlos en su vida diaria.

La educación masónica potencia la capacidad de comunicación efectiva y la escucha activa en las personas, lo que les permite establecer relaciones sólidas, evitar malentendidos y adquirir conocimientos más profundos. Estas facultades son fundamentales en el desarrollo personal y espiritual de los masones.

La educación masónica busca cultivar la introspección y el autoconocimiento en los individuos

La educación masónica es un camino de aprendizaje que busca desarrollar las facultades del ser humano de manera integral. A través de sus enseñanzas, la masonería busca promover la introspección y el autoconocimiento en los individuos, permitiéndoles así alcanzar un mayor grado de sabiduría y crecimiento personal.

Preguntas frecuentes

1. ¿Qué es la educación masónica?

La educación masónica es un proceso de formación integral que busca el desarrollo de las facultades mentales, morales y espirituales del ser humano.

2. ¿Cuáles son las facultades del ser humano en la educación masónica?

Las facultades del ser humano en la educación masónica son: la inteligencia, la voluntad, la conciencia moral y la espiritualidad.

3. ¿Cómo se desarrollan estas facultades en la educación masónica?

Estas facultades se desarrollan a través de la reflexión, el estudio de símbolos y rituales, la práctica de virtudes y la búsqueda constante de la verdad.

4. ¿Cuál es el objetivo final de la educación masónica?

El objetivo final de la educación masónica es la transformación del individuo, para que se convierta en un ser humano virtuoso, ético y comprometido con el bienestar de la sociedad.

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